lunes, 20 de julio de 2009

Capitulo nueve El camino de la reflexion

Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa, no volverá. Nada está escrito, nada es imposible, ni siquiera posible... todo depende de nuestra voluntad, de esas fuerzas que nos salen de adentro, decir de adentro es decir que puedo afrontar cada desafío. Tenemos el poder cuando estamos convencidos, cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo. Qué cosas se van aprendiendo en el recorrido – de haberlo sabido aun hubiese estado a su lado - de haberlo sabido!!

La vida es una sola, vívela paso a paso y no dejes de hacer nada, probablemente te arrepientas y cuando te des cuenta será demasiado tarde. Tampoco dejes de vivir los sueños y las ilusiones, sin ellos, la vida no tiene sentido. Trata de ir siempre de frente, sin vueltas... Y quizás la más profunda de las lecciones -
“no culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida’ - con este principio echamos a rodar, recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo; reconociéndote a ti mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.
No te identifiques con tus pensamientos. Si algo no te gusta, no lo tomes, recházalo. Utiliza siempre lo necesario, lo positivo. No pluralices, pues te llenará de ansiedad y angustia. Vive el presente, el hoy, el ahora. Si piensas en el futuro hazlo con cautela, pues puede enfermarte, acosarte y quitarte la paz interior. Canaliza tus dudas, extírpalas, Una duda puede crearte mucho dolor y rencor.
Nunca tomes cosas inútiles, se convertirán pronto en estorbo, y muchos estorbos, finalmente crean un laberinto, maraña de la cual se hace difícil escapar. Da todo lo que puedas, No te fijes si el otro te dio menos o lo mismo. Gratifícate con la alegría de haber dado. Penetra en el interior del necesitado y ayúdalo, El dar ayuda, proporcionará gozo y satisfacción en tu interior.
Al final de todo nunca pensé que el camino me había enseñado tanto, ni me había convertido en sabio, A pesar de que nunca oirían de mí lo aprendido. – desde cuando mi voz se había perdido, ni tan siquiera recuerdo como me escuchaba- solo estas notas grabadas – en carboncillo y a veces en sangre- Por ultimo - sepulta los malos momentos vividos, bórralos si quieres, pero utiliza la experiencia adquirida, para no volver a cometerlos y caer otra vez en la misma. Mi olvido ha tomado tiempo.

Capitulo ocho El camino hacia abajo

Todos dicen que el descenso es como uno irse al infierno – que lejos de la realidad esta ese pensamiento. Nuestra vida es constante caminar entre ese tormento y movernos entre demonios - lo que sucede es que hemos sido segados por esas instituciones que para robarte el alma, no te dejan ver. Sin embargo cuando estás en el camino todo se ve distinto – al trascurrir el tiempo las vendas de van cayendo y uno puede ver mejor. De algo si pude percarteme, lo importante de mantener los ojos abiertos cuando uno camina – aparte de evitar que uno tropiece – te permite ver quien se aproxima. Para el caminante es vital, así debería de ser para todos – reconocer quien es e amigo o el enemigo. Habrían menos corazones rotos y menos almas perdidas.

- Y pensar que todo esto ocurre cuando uno va subiendo a conseguir aquello que uno se ha propuesto , a pesar que uno termina haciendo lo opuesto . Si fuera resumir lo que uno va mirando, observando y viendo tendríamos cuadro tan tétrico que nadie saldría a la calle o todos se convertirían en caminantes.

Horas pesadas
trafico descompuesto
personas con malicia
vidas malgastadas,
todo gira
y no se detiene el tiempo
Mundo vacio
oculto con la sombra de maltratos
y corrupciones
en la pobreza emocional de la gente
Mundo hueco
trasformando mentiras
niños muertos, mujeres agonizando,
hombres asesinados, actos repugnantes
maridos infieles, familias estériles
amores equivocados , gobierno trastornado
educación necia, policía irrazocionales
jóvenes con sífilis, personas suicidas
y sangre corrompida,
droga abundante, políticos desnudos
violencia descontrolada , discrimen vicioso
sueños sin cumplir
y fe invisible.
Así es mi mundo hueco,
torturado e irreflexivo.
Zombis en las calles ambulando
Con rostro de desprecio y muerte.
Mundo que no encuentra nada,
que se ahoga en el coraje de no ser.
Mundo que no se detiene,
que corre sin límites.
Es hora del delirium,
de no acostumbrarnos,
de buscar el cielo
mirar la luna
decidir en donde quedarnos
y en donde vivir

La vida es cuestión de oportunidades, pero por desgracia no todos disponemos de las mismas... no tenemos más que abrir nuestros ojos hacía el mundo que nos rodea. Muchas veces es mejor mirar arriba desde abajo. Es posible que así podamos evitar los errores que no llevan a convertirnos en errantes de la humanidad. No sido la costumbre desde comienzo de este recorrido, mirar hacia atrás. Sin embargo ahora bajando, he volteado la cabeza y no reconozco lo que dejado. - De los errores se aprende mucho, de hecho se aprende más de los errores que de los aciertos. Así que, de vez en cuando, es bueno pararse a reflexionar sobre los errores cometidos- como también voltear la cabeza.

Una vez has mirado hacia atrás y has sacado conclusiones toca mirar hacia adelante, te darás cuenta al final que tú has hecho el camino. En él me encuentro , en el soy y la bajada se hace gloriosa porque en ella me vivo.
Soy la página cansada,
la letra escrita...sin acento y sin caricia,
soy la tristeza muerta de añoranza,
esa que nació entre sombras blancas...
aquella, que murió de madrugada.

Soy quien muere cada día por las mañanas,
quien no defiende ya los plenilunios,
soy el que nació en paredes desnudas
el que busco la noche en las veredas.

Soy el hombre, soy el niño...
el que llora en los rincones,
el que ríe con las burbujas...
soy la pasión que baila en cuerda floja.

Así soy en los días que laceran las miradas
así me vivo, me muero...me carezco.
Soy la facultad de amar en la distancia,
velando un sauce triste...mirando una ventana.

Soy el verso que te busca...el que te ama,
aquí estoy en soledad sonriente,
con mirada congelada...en triste espera,
hablando de la muerte...besando este silencio.

- Aquí me reconozco soy ese vagabundo -

martes, 7 de julio de 2009

Capitulo siete El Camino de las sombras

Con la caída de la tarde, el sol tragado por el mar, el camino se llena de sombras. Comienza el descenso, que difícil es recuperarse cuando la caída es grande. Ya ni hay recuerdo de que alguna vez hubo humanidad, ya ni el nombre se recupera de la memoria. Solo retumba “ viejo mugroso’ por ahí va otro loco- no dejes que se acerque ese borracho. A la verdad que miro y no se a quien se refiere, pero como duele cuando la miradas se posan en el cuerpo. Al comienzo no había distinción entre bueno y malo, porque lo malo no existía! Todo era bueno! Todo era Dios. Como lo malo no existía, no se hacía juzgamiento de ninguna clase. Todo era gozo, paraíso – divino. Eso desapareció con la caída de la gracia, con este vagabundo. Era el grito original, aquel del impulso, el que obligo a pedir libertad

“¡Libre!
¡Quiero ser libre!
gritaba mi corazón
Quería abandonar mi vida
para ir al encuentro de su tesoro perdido”

Eso mismo llega al recuerdo el propósito de esta larga jornada. No huyo, no me escondo, soy aventurero decía el vagabundo. Busco mi tesoro, aun no lo encuentro. Es culpa de las sombras porque sin luz pierdo el camino. Llegaron desde las tinieblas del universo, dónde la oscuridad impera sobre la luz.

“¡Libre!
¡Quiero ser libre!
gritaba mi corazón partido
dejándome solo
sin sueños , sin metas, sin sentidos,
se libero
salió de mi vida,
para entregarse a la frustración,
a las amenazas y a los sueños perdidos”

No es la confusión de la mente, es la que trae la memoria, que se llena de sombras. Tranquilos no es para tanto no es locura parece más impaciencia. A pesar de los 20 años trascurridos que aun no se disipe los recuerdos.

“No te entiendo corazón alucinante,
¿ Por qué me dejaste
en este vacío,
en esta locura?”

Es la respiración fatigada, el ritmo del corazón acelerado que presagia que algún momento habrá un final. Las sombras de la noche habrán de huir de la luz. Mientras se espera, se está detenido, se descansa el cuerpo, se alivia la fatiga. Mira Vagabundo al cielo y ora - ¿desde cuándo no lo hacía? –
“permíteme Dios encontrar lo que quiero “Trascurriendo el tiempo, se está pensando lo que se había quedado en el camino. – Necesito recordar, has memoria – ¿acaso deje algo que realmente fuera mío?
Mientras todo esto pensaba, se agitaba, golpeaba su cabeza con las manos. De repente se detiene, mirando a todos lados – Gracias Dios por la sombra no quiero que piensen que estoy loco- sabes no es locura lo mío – manías de viejo – se decía.

Y tratando de recordar se preguntaba

“¿Que era lo mío?

La paz, la tranquilidad
lo que andaba buscando
mi corazón primitivo.
Perdido estaba en la noche,
entre el polvo de mis gemidos”


Los reflejos de luz invaden la sombra. Estamos de regreso en el anfiteatro, para presenciar un antiguo espectáculo, cotidiano y único cada vez que está ahí, ante nosotros. Poco a poco, la luz gana lugar entre las sombras, envolviéndolo todo: las flores, los objetos, los seres animados, en ella se unifican. En el transcurso de los minutos aumenta la luz y, con ella, el jardín se nos muestra en todo su esplendor. Las rosas aparecen ante nosotros en un armonioso recorrido de variados matices. La luz trae el color. Y parece que los colores juegan entre la fluida y luminosa atmósfera, en móviles efectos de luz y sombra, hasta posarse en la superficie que corresponde. No sé, después de 20 años de impaciencia, regresa a mí la ternura de los recuerdos. Regresa la luz de este amanecer que borra las sombras del camino.

“Mujer, magia que vive en mis latidos,
murmura en mis oídos tus plegarias,
fúndeme en la nostalgia tan lejana,
para que no me escape de tu vida.
Y siénteme compañera, reposa en mis aldeas,
tiende tus pies en el cariño que poseo,
baraja despacio todas mis ilusiones,
para que pruebes la oración de mis otoños.
Mujer, amada mía, abraza mi silencio,
sigue viviendo en tu inmenso sueño,
para que siempre seas aquella que yo amo,
para entender tu cielo, tu pasión y tu ternura.”

lunes, 6 de julio de 2009

Capitulo seis El camino las cosas se ven según el color del cristal con que se miran

En el lento paso del tiempo son las pequeñas cosas las que finalmente se hacen importantes. Los espacios donde nos ubicamos y las palabras que se escuchan. Fue una de esas palabras que aceleraron los latidos de corazón, abrigando nueva esperanza “lo importante, amigo, es llegar a la cima- decía aquel que bajaba –“Por el hecho del mundo ser redondo, siempre que iniciemos un viaje para darle vuelta, terminaremos pasando sobre nuestras huellas y mirando hacia otro mundo para seguir dándole la vuelta. Eso hace que las cimas de las colinas se transformen, para cualquier caminante, en final e inicio de jornada.
Y la pregunta que uno se hace en el camino ¿qué es lo importante de llegar a ella?, si total son las cosas que hacen los humanos para llegar a esa cima la que determina tu destino. Tal cual como todo en nuestra vida, cada punto de supuesto cierre es punto de supuesto inicio; el continuo de las cosas nos atrapa. Tras cada cima veremos una nueva cima. Tras cada dolor esperemos otro dolor, tras cada amanecer, esperemos maravillados el próximo, tras cada fase de la luna, esperemos el próximo ciclo, por eso no vale la pena el vivir en el pesimismo. Todas las cimas se parecen pero son iguales a los ríos, nunca pasaras dos veces por el mismo río, nunca pasaras dos veces por la misma cima… porque ella habrá cambiado, porque tú no serás la misma persona.
Tratando de recordar ese recorrido subiendo la cuesta todavía los ecos de las voces pasadas repican;
“Tus pasos ya no vienen...
dejaron su tristeza entre mis sueños,
quisieron olvidar el dolor y las distancias,
reposan hoy y niegan su impotencia.
Te vas... tan poco a poco,
sin recordar mi rostro y mi sonrisa”

Aquí el vagabundo se reclama lo importante de llegar a la cima. Quizás el secreto de cómo olvidarla, si es posible que eso ocurra, está precisamente en llegar allá arriba. Para algunos esencial es obtener el poder o el control de las cosas. Para este vagabundo es solo el olvido. Y aun me pregunto ¿intentando llegar, se crearan otros recuerdos? Cimas, ascensos y descensos no son exclusivos de las montañas, la vida practica que no es otra cosa que un continuo deambular entre el nacer y morir. Los trayectos llanos, de travesía, o de abruptos cortes con grandes cimas y simas; lo cierto y definitivamente poco novedoso es que las cimas de nuestra vida son una creación nuestra, por exceso o por defecto.

Y se oye nuevamente el canto de las dulces voces que un día en armonía decían;
“¿Como buscarte en un espacio que no escucha?,
¿como reír en un atardecer sin vino tinto...?
busco los sauces en los patios de noviembre,
me unto de espera, de amor y de poesía.
Así, mientras espero...
Dejo correr las horas frescas de un desvelo,
la inmensidad de este cielo sin tu aroma,
me dejo oír la música que no siento en mis latidos”

Se corta la respiración eso significa que la cima esta cerca, en esos momentos, olvidamos o pasamos por alto que los últimos metros de todo ascenso son siempre los más difíciles. No creo que la vida nos haya preparado para el ascenso. Pero se va aprendiendo, esta intensidad solo obliga a llegar a ella, lo demás dependerá de lo que se encuentre. Paso a pasito se ve llegando. Al llegar se observa el mar y cielo en una magnifica gama de colores en un espacio intermedio que se beneficia de la caída del sol .La paleta de colores tomó como referencia el blanco aunque se le dio oportunidad a los tonos beige, ocres y se aventuró con un poco de rojo. De los ojos brotaba una lagrima, mientras observaba tan maravillo milagro “nunca tuve la oportunidad de un atardecer con ella” En ese segundo su alma entristeció. De repente esas voces murmuran
Qué hermoso atardecer
Contemplo la luna solitaria
Difiere de mí ser
Y la nostalgia de mi alma
Siente brisa la tristeza
De este atribulado corazón
Que olvidar no puede mi alma
Sufro mucho por su amor
El viento se azota fuertemente
En las faldas de la montaña
Parece que me comprende
Y en mi dolor me acompaña
Mi respirar toma un camino lejos
Y llega hasta donde tú estás,
Queriendo sentir tus besos
Escuchar tu dulce hablar
Cae una fina lluvia, que lacera
Que lastima y moja mi rostro
El cielo llora conmigo
Mi tristeza y tu abandono

Capitulo Cinco El Camino se perdio el tiempo

Un quejido lejano dispersa la niebla matutina del camino y en esa distancia la gloriosa salida de un sol de promesas. El tiempo no ha trascurrido en vano pesando sobre el cuerpo de este vagabundo. Con aquellos jeans aun pegado a la piel a penas se lee la marca de diseñador y la mochila no se percibe que alguna vez fue azul. Hoy es otro día, otro día de ilusiones y de llevar la fe acuestas esperando encontrar lo prometido. Que este tiempo no pasado en balde, ya la memoria se queda chica y los recuerdos cortos. Y de las voces, bien gracias – ahí aun permean, mas cuando los pensamientos no tienen sentido.
“Soy de la razón sin razón
al menos hoy la razón me habla
que si no tengo sentido
hablar
lo mismo me da”

Maldita aquella que aun golpea la cabeza con esas voces, la rareza de todo es porque el vagabundo aun no está loco o desquiciado. Sera que representa lo que todo somos alguna vez cuando se ha amado?
“la razón sin sentido:
desquicio de humano vivir en la razón
sin la razón buscamos la lógica
perdemos el punto de la no razón sin sentido”

Es posible que ustedes no entiendan porque se empeñan en leer con los ojos, malas costumbres que se pegan cuando uno no quiere entender. Cosas de humano, creo, siempre dije que era raro quizás es porque lo entiendo peor aun porque la entendí.

“entendiendo que la misma razón de ser
se aclara cuando el sentido ve la razón
solo
el sentido pierde la postura
cuando la razón gana la locura de no ser
y es locura sentida
palpable a la razón el no ser locura”

Hemos llegado a ese punto que no quiero pensar que el tiempo se vuelto en mi contra y que se ha regresado al mismo lugar de la huida. Solo son pensamientos, lógico de alguien quien no tiene realmente con quien hablar. El camino es solitario. Lo mejor del camino es la tolerancia y como se ha aprendido a tolerarla. Aunque no lo quieras, ya no es posible discutir con mi lógica.

“entre tantas razones explicadas en esta discusión
solo sé que mi razón es
lo lógico de la razón
al menos entiéndeme un poco
que mi razón de no ser
al menos se vuelve la razón lógica”

Sabes? Una de las razones de correr el camino es aprender a no cerrar los ojos del alma. Durante el trayecto se aprendieron nuevas reglas. No me gustan los caminos en los que no se ve sonreír a nadie. Es importante del camino a dónde vas, pero más importante todavía es lo que haces mientras caminas. Si no te paras te pierdes la belleza que hay a la vera del camino. Y caminar de último cansa más. Nada cosas sencillas que se van recogiendo que si alguna vez, nos hubiésemos tomado el tiempo para aprenderlas las cosas serian distintas.

“aun no sé si mi teoría es practica
pero mi visión de ser YO
la resume en una sola:
sin un sentido y sin una razón”

El camino el tiempo se ha perdido, ya no importa la suma de los días, ni las semanas acumuladas. Lo importante es lo que se ha aprendido, Hoy he caminado bien... y ahora me noto mucho más cerca de mí mismo.

Capitulo cuatro El Camino tiene piedras

“Debí venir...debí regresar a lo preciso...a la vida misma,
debí llegar antes de que te fueras para siempre...,
y es que no te vi al inicio de mis días,
no conjugue contigo mis anhelos ni mis tiempos.
Cabalgue solitario en mi tristeza, sin llamarte, como debí haberte llamado,
Te vi siempre entre fantasmas -los que nunca me dejaron-
flotabas entre música y recuerdos que morían y delataban amargura,
te vi llegar entre pasos que sabían a ternura...a caricias de sabanas azules.”


Con todo acuesta los pasos del vagabundo se hacían lentos y apenas comenzaba la travesía. No era el cansancio de la marcha, sino de todo lo que arrastraba. Ahora me doy cuenta que mucho bagaje nos adjudicamos y nos pasamos quejando de lo que la vida nos da. Queremos los caminos asfaltados, rectos y sin desperfectos para poder transitar en ellos. Cuando no lo está le echamos la culpa a terceros por no complacernos. La vida la queremos como los camino y así no se puede.

“Así, mientras espero...
Dejo correr las horas frescas de un desvelo,
la inmensidad de este cielo sin tu aroma,
me dejo oír la música que no siento en mis latidos”

Y esas voces que aun retumban en la memoria que pesar del tiempo y la distancia continúa allí. En ese preciso lugar donde no se quieren porque no permiten ver el camino como se quiere ver. Sin embargo, no sé, se me hace que el recorrido es menos pesado. En algún lugar leí que la vida aumenta y disminuye con el movimiento ondulante del sistema solar (ja, no sé para qué carajo me sirve esta información ahora) pero se me ocurre pensar que quizás por eso los caminos no se perfectos, suben y bajan, rectas y curvas, baches y piedras, precisamente para eso darnos o quitarnos la vida. Todo tiene que tener uno ciclo do tiene que tener uno ciclo. La miseria no puede ser eterna, palabras con luz del Vagabundo.
Son las palabras que uno dice en ese trayecto que realmente forman el camino. Que muchas cosas se dicen, que si se pudieran las revertiría pero ya son piedras que al caminar se pisan y te hieren. No haya nada peor que pies sangrantes, ups perdón después del corazón.


No me iré sin ti,
cerrare mis manos a la vida.
me untare de ti y de tus ríos
y bañare mi rostro de cenizas.

Con el tiempo acuesta en el largo recorrido, me quedan grabadas las voces pueblerinas. Como decía mi amigo Juan


“Voy conmigo,con mi mochila,con mi sombra,con mi silencioy mi soledad.
Con mis pies,con mi cabezay con mi alma.
Voy conmigoy mis pasosme huelena libertad.”

Ya estamos claro, que el rumbo del vagabundo incierto, con el camino lleno de piedras lo lleva a donde quiere. El Camino son tus pies y tu mochila, tu corazón y tu alma, tus pensamientos, tu cabeza y tus amigos

“Y heme aquí, en ventana nocturna,
en el rojo brillante de un atardecer lejano
heme aquí en grito descansado,esperando en espejos...esperando en colores y distancias

Capitulo Tres El Rumbo

Corazones rotos no tienen rumbo, eso decía Adán haciendo un esfuerzo horrible de no voltear la cabeza. Con pasos agitados no pensaba, solo escuchaba ese eco de palabras sin sentido, que solo se entendía por aquel que amo sin razón.

“soy la negra nochede un amanecersin rumbola orillade un barco a la derivade un consuelono vividode una horano llegadala que nunca terminaen su recorridola que se encierra
en sus oídospara no hablarsoy la locurade mi propia vida
aún cuando no existaen la concienciade aquellosque mordieronalguna vezmi muerte” (ERF)

Quítame Dios mío, esas voces!!! - Se oía al vagabundo en el camino Quiero encontrar mi rumbo. En realidad no sé porque pienso eso, no quiero que el lector confunda que buscar el camino a seguir no es igual a tener una meta en la vida. Qué bien al menos encontró algo para desviar su pensamiento. Ahora mientras caminaba debatiría la diferencia, semántica lógica, racional y científica. Nada de sentimientos que de nada le servían. – “Puñeta este sol quema, se olvido del protector solar- aun estas a tiempo, la voz le decía” - retomamos la materia, callemos esas voces.

Sin entrar a mucha discusión que a nadie le importa, las metas eran ella, pero ya no existen. Tan solo encontrar un camino que me lleve a donde quiero, eso será mi rumbo. Paso a paso buscar las veredas que me alejen de este dolor, la paz, estar tranquilo… como los muertos.
“mi lengua atravesada
y desnudase desquitaviajando a los caminosde tus desiertos”

De nuevo las voces me acorralan, debo hacer silencio. El camino es largo - Adán, aun se aferra a su identidad pero ya reconoce que deberá perderla ese camino. Sabe que cuando eso ocurra las voces se irán, no quedara ni un susurro, ni recuerdos y encontrara el rumbo. Las voces conforme le recuerdan,

“te admiroen el silencio, en lo negro en mi soledad “

Capítulo Dos El Inicio

Erase una vez……. vamos a dejarnos de tonterías después de enterarnos que Adán es responsable de todos nuestros pecados, no podemos pensar que esto será una historia de cuentos infantiles. Desafortunadamente no nacemos predispuestos para estar en la calle, así que algún motivo, razón o eventos nos obliga a ese destino. Y de alguna forma todos nos convertimos en callejeros. No se siempre me gusto sentirme libre, sin ataduras, sin límites en la vida. Quizás, no siempre escuchar algunos versos sueltos de eso personajes que caminando recordando lo aprendido en el pasado. Y se oye voces lejanas:
“¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...”

De pronto un grito retumba como un trueno en día claro “Carajo no puedo más”. Se levanta de la cama, corre el baño, se enjuaga la boca, recoge el cepillo de dientes, la pasta bucal y la pasta de jabón. Entra al dormitorio busca ponerse su jeans favoritos, una camiseta marrón sucio y zapatillas cómodas. En una mochila azul acomoda otros jeans, otra camiseta, lo que había tomado del baño y intenta ponerla a su espalda. Al voltearse observa la ducha y se dice “porque no, será la última vez “
Se quita la ropa, mueve las manijas del agua caliente y de cabeza primero deja correr las gotas. Ya con todo el cuerpo dentro, se recuesta contra la pared y el vapor ahoga el llanto. Cerrando los ojos, los recuerdos lo abruman, siente ese primer día cuando el amor lo era todo. Dios, déjame abrir los ojos nuevamente (así decía su pensamiento)... cascadas de imágenes llegaban, súbito abre los ojos y ve como el agua se desbordaba. Sin pensarlo, salta de la ducha coge la ropa húmeda, se viste con ella y aprieta la mochila. Como quien ve un fantasma corre por el pasillo, abre la puerta y se lanza a la calle. Y no mirare hacia atrás, así se inicia las crónicas del vagabundo.

CRONICAS DE UN VAGABUNDO Cap I El bautizo

Comenzare a decir que esta historia no tiene héroes, ni heroínas, ni villanos y tampoco personajes principales. Solo un individuo que aunque me niego a darle nombre, sé que muchos de ustedes si no existe un nombre por el cual se puedan identificar pierden el interés. Luego de darle vueltas al pensamiento y buscar algún nombre que ejemplificara al hombre por su naturaleza solo se me puede ocurrir uno. Ese único nombre que ha representado al primero de su especie, el originador y el único responsable de la miseria humana. Si el causante del las penurias de el Vagabundo y de las mías para incluir mas amarguras.
Este nombre solo inspira la falta de sentido, de control y de pasión por la vida como fue concebida. Conlleva el primer acto de sumisión a otro ser humano, llevándolo a perder todo aquello que lo hacía feliz. Mirando en perspectiva solo hubiera bastado un no rotundo, poderoso y contundente para salvar la humanidad. No tan solo la humanidad como la conocemos si no al propio género masculino de la pérdida de su integridad. Pensando que ese acto de afirmación sexual (no de acto, sino de género) de imposición de dominio hubiese permitido la salvación. Pero no, como ha sido el destino de todo hombre cayó ante seducción perdiendo todo control de sí y de su entorno.
Desde ese momento y para siempre por culpa de ese idiota hemos seguido sufriendo el castigo de no haber controlado a esa mujer, así que te Bautizo Adán (el primer pendejo en caer en las promesas de mujer)

José Anibal Ortiz Lozada

Las Cronicas de un Vagabundo es una necesidad literaria para presentar de una forma distinta una parte de la sociedad que intentamos ignorar. Nuestro Puerto Rico tiene una población de personas sin hogar que sobre pasa los trece mil seres humanos que incluyen hombres, jóvenes y una población creciente de mujeres y niños. A pesar de considerarnos una comunidad altamente civilizada, no hemos tenido a la capacidad para evitar el crecimiento de esta población y atender las necesidades reales. De alguna manera tenemos que llamar la atención.