lunes, 6 de julio de 2009

CRONICAS DE UN VAGABUNDO Cap I El bautizo

Comenzare a decir que esta historia no tiene héroes, ni heroínas, ni villanos y tampoco personajes principales. Solo un individuo que aunque me niego a darle nombre, sé que muchos de ustedes si no existe un nombre por el cual se puedan identificar pierden el interés. Luego de darle vueltas al pensamiento y buscar algún nombre que ejemplificara al hombre por su naturaleza solo se me puede ocurrir uno. Ese único nombre que ha representado al primero de su especie, el originador y el único responsable de la miseria humana. Si el causante del las penurias de el Vagabundo y de las mías para incluir mas amarguras.
Este nombre solo inspira la falta de sentido, de control y de pasión por la vida como fue concebida. Conlleva el primer acto de sumisión a otro ser humano, llevándolo a perder todo aquello que lo hacía feliz. Mirando en perspectiva solo hubiera bastado un no rotundo, poderoso y contundente para salvar la humanidad. No tan solo la humanidad como la conocemos si no al propio género masculino de la pérdida de su integridad. Pensando que ese acto de afirmación sexual (no de acto, sino de género) de imposición de dominio hubiese permitido la salvación. Pero no, como ha sido el destino de todo hombre cayó ante seducción perdiendo todo control de sí y de su entorno.
Desde ese momento y para siempre por culpa de ese idiota hemos seguido sufriendo el castigo de no haber controlado a esa mujer, así que te Bautizo Adán (el primer pendejo en caer en las promesas de mujer)

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