lunes, 20 de julio de 2009

Capitulo nueve El camino de la reflexion

Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa, no volverá. Nada está escrito, nada es imposible, ni siquiera posible... todo depende de nuestra voluntad, de esas fuerzas que nos salen de adentro, decir de adentro es decir que puedo afrontar cada desafío. Tenemos el poder cuando estamos convencidos, cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo. Qué cosas se van aprendiendo en el recorrido – de haberlo sabido aun hubiese estado a su lado - de haberlo sabido!!

La vida es una sola, vívela paso a paso y no dejes de hacer nada, probablemente te arrepientas y cuando te des cuenta será demasiado tarde. Tampoco dejes de vivir los sueños y las ilusiones, sin ellos, la vida no tiene sentido. Trata de ir siempre de frente, sin vueltas... Y quizás la más profunda de las lecciones -
“no culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida’ - con este principio echamos a rodar, recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo; reconociéndote a ti mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.
No te identifiques con tus pensamientos. Si algo no te gusta, no lo tomes, recházalo. Utiliza siempre lo necesario, lo positivo. No pluralices, pues te llenará de ansiedad y angustia. Vive el presente, el hoy, el ahora. Si piensas en el futuro hazlo con cautela, pues puede enfermarte, acosarte y quitarte la paz interior. Canaliza tus dudas, extírpalas, Una duda puede crearte mucho dolor y rencor.
Nunca tomes cosas inútiles, se convertirán pronto en estorbo, y muchos estorbos, finalmente crean un laberinto, maraña de la cual se hace difícil escapar. Da todo lo que puedas, No te fijes si el otro te dio menos o lo mismo. Gratifícate con la alegría de haber dado. Penetra en el interior del necesitado y ayúdalo, El dar ayuda, proporcionará gozo y satisfacción en tu interior.
Al final de todo nunca pensé que el camino me había enseñado tanto, ni me había convertido en sabio, A pesar de que nunca oirían de mí lo aprendido. – desde cuando mi voz se había perdido, ni tan siquiera recuerdo como me escuchaba- solo estas notas grabadas – en carboncillo y a veces en sangre- Por ultimo - sepulta los malos momentos vividos, bórralos si quieres, pero utiliza la experiencia adquirida, para no volver a cometerlos y caer otra vez en la misma. Mi olvido ha tomado tiempo.

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